Reconoce Cultura Jalisco el trabajo de los compositores mexicanos contemporáneos

El Premio Nacional de Composición Orquestal “Raíces 2020” recibió 41 propuestas de las que surgieron el 1ro, 2do y 3er lugar, así como un par de menciones honoríficas

Guadalajara, Jal. / Redacción Tribuna

La composición musical es un oficio que demanda muchísimo y que puede no ser tan valorado en muchas ocasiones, comenta Arturo M. Zanabria, ganador del primer lugar del Premio Nacional de Composición Orquestal “Raíces 2020”, organizado por la Secretaría de Cultura de Jalisco (SC) a través de la Jefatura de Música y Arte Sonoro y la Orquesta Filarmónica de Jalisco, y cuyos resultados se dieron a conocer en el Teatro Degollado el pasado mes de diciembre.

El premio, que lleva el nombre de una de las partituras más célebres del compositor jalisciense Manuel Enríquez, convocó a jóvenes de 18 a 35 años de todo el país; y los ganadores, seleccionados de entre 41 propuestas, fueron: primer lugar, Arturo M. Zanabria, por la pieza “Epitaphium”; el segundo lugar, Sebastián Herrera Hinojosa, por la obra “Entropía de Occidente” y el tercer lugar fue para Pablo González Olaya, por su composición titulada “Ándale”.

Los retos que enfrenta un compositor, y sobre todo un compositor de música clásica contemporánea son muchos. Para Arturo M. Zanabria, uno de ellos es abrirse camino “casi siempre los humanos tendemos a rechazar las cosas nuevas”, y agrega que contra eso, sólo resta trabajar día a día para tener las mejores bases y buscar que la música nueva llegue a las audiencias.

Por su parte, Pablo González Olaya, agrega que otro de los retos es “estar a la altura” de los compositores clásicos que los precedieron, “tenemos la fortuna de tener a esos maestros, tenemos tanto de dónde aprender, que nos permite proponer algo nuevo, porque de eso se trata la corriente contemporánea, ser propositivos y congruentes con lo que uno quiere de la música”.

Respecto a lo anterior, los tres finalistas coinciden en que el Premio Nacional de Composición Orquestal representa una ventana para el trabajo de los jóvenes compositores. “Es una gran oportunidad para proyectarme, el reconocimiento de un jurado de esa trayectoria, significa que se están haciendo bien las cosas y me da seguridad y confianza para el trabajo futuro”, asegura Sebastián Herrera Hinojosa.

Para Arturo M. Zanabria, el Premio “Raíces 2020”, es también un reconocimiento al esfuerzo diario y de muchos años de trabajo. “Es una satisfacción consolidar el trabajo con un premio de esta naturaleza, ya que son muy pocas las oportunidades que tenemos para que una orquesta sinfónica acceda a tocar música de compositores emergentes y este tipo de concursos son una de las mejores oportunidades para dar a conocer tu trabajo”.

Las obras ganadoras

“Epitaphium”, pieza ganadora del primer lugar del Premio “Raíces 2020”, comenzó como un homenaje al compositor polaco Krzysztof Penderecki, quien murió en marzo de 2020 y fue una de las mayores influencias de Arturo M. Zanabria; que al enterarse de la convocatoria continuó trabajando en su composición para lograr una pieza orquestal en dos movimientos, un Treno, que es un canto fúnebre y una Tocata Criolla, donde se demanda a los intérpretes ciertas particularidades de virtuosismo, explica el autor.

En este segundo movimiento, señala Zanabria, hay una confrontación entre la música occidental y la música latinoamericana; y es aquí donde incluyó el uso de la vihuela y el teponaztli, dos instrumentos mexicanos que desde la convocatoria se estipula su inclusión. “De ahí es que tomo la decisión de hacer esta confrontación y esta lucha entre estos recursos, el occidental y lo tradicional mexicano”.

Por otro lado, tanto “Entropía de Occidente”, como “Ándale”, temas ganadores del segundo y tercer lugar, encuentran su inspiración en la situación actual que se vive en todo el mundo a causa de la pandemia por el COVID 19. En su partitura Sebastián Herrera Hinojosa, busca traducir la incertidumbre y el caos al lenguaje musical, dotándola también de un aire de esperanza.

Mientras que Pablo González Olaya, explica que “Ándale”, comenzó como un tema inspirado por las melodías de principios del siglo XX que, durante su desarrollo, el compositor realizó una deconstrucción para lograr una pieza que refleja lo que se está viviendo a raíz de la pandemia con elementos musicales que le dieran un sentido de movimiento.

Las piezas, que serían estrenadas por la Orquesta Filarmónica de Jalisco (OFJ), en su Segunda Temporada 2020 y que por razones de la pandemia no pudieron ser interpretadas, se presentarán en el transcurso de este año 2021 con la OFJ y algunas otras importantes orquestas del país que se han sumado al esfuerzo de la SC y la OFJ, por dar a conocer y reconocer el trabajo de los compositores mexicanos contemporáneos.

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